Ruptura de pareja en verano

Ruptura de pareja en verano

¿Existe alguna razón para que las parejas rompan más en verano? Pues las estadísticas nos dicen que los despachos de abogados se llenan más sobre todo en septiembre de parejas que han decidido poner fin a su relación, lo que no tenemos tan claro cuáles pueden ser los motivos. Vamos a intentar arrojar un poquito más de luz a este respecto e intentar descubrir cuales pueden ser las causas.

En este video hablamos precisamente de las fases del duelo para que lo veas un poco más claro. Espero que te sirva.

La rutina del día a día: poco tiempo para la relación.

El ajetreo del día a día, el estrés y la cantidad de cosas que podemos llegar hacer en cada jornada, hace que tengamos muy poco tiempo para la relación, por lo que cuando pasamos más tiempo juntos y estamos más descansados para disfrutar como pueden ser las vacaciones, es ahí cuando podemos ver con claridad lo que puede estar pasando en la relación. Por lo que, si existe una crisis a la que apenas hemos podido atender por lo que comentábamos anteriormente, es en vacaciones muy probablemente cuando se va a poner de manifiesto y ya no podamos ocultarlo más. Por lo tanto, no es el calor o las vacaciones en sí lo que provocan la ruptura si no todo lo que hay detrás. 

Cuando llega el descanso, nos relajamos, los días se alargan y el tiempo que pasamos juntos también. Si los problemas que teníamos los hemos ido dejando debajo de la alfombra para no abordarlos por falta de tiempo o de ganas, en vacaciones salen solos para recordarnos en qué estado se encuentra la relación. A veces, las vacaciones tan deseadas y esperadas e incluso idealizadas en muchos casos, se convierten en una época bastante difícil para aquellas parejas en crisis. Pero las crisis no deben asustarnos, es la oportunidad para hablar, para tomar decisiones desde la calma y la serenidad, para abrir comunicación y aprovechar el tiempo libre para determinar si esa relación puede seguir funcionando o por el contrario debe acabar, en cualquier caso la idea es salir fortalecido y tomar la mejor decisión posible para la relación, tanto si deciden continuar juntos como si no.

Otro de los motivos que puede propiciar las rupturas en verano es la desatención que la pareja venía teniendo de atrás, pero como ya dijimos a veces en el día a día no se nota tanto, pero esta indiferencia muy probablemente que afecte a ambos miembros de la pareja, a nadie le gusta sentirse fuera de la relación, todos queremos sentirnos comprendidos, escuchados y tenidos en cuenta

Foto de Toa Heftiba en Unsplash

Las crisis no deben asustarnos, es la oportunidad para hablar, para tomar decisiones desde la calma y la serenidad, para abrir comunicación y aprovechar el tiempo libre para determinar si esa relación puede seguir funcionando o por el contrario debe acabar.

La comunicación y la flexibilidad, claves para no confundir desamor con desencuentro.

El desamor es otro factor a tener en cuenta, cuando la pareja ya no puede sujetarse con el amor es el momento de decidir qué queremos hacer. En esta situación lo mejor es ser sincero y hablar abiertamente con nuestra pareja y contar lo que nos pasa.

Los desencuentros o las discusiones de pareja son clave también para darnos cuenta que algo pasa y ver qué podemos hacer.

Pero ojo, que no cunda el pánico, que haya discusiones en la pareja no tiene por qué ser necesariamente algo negativo. Somos personas individuales e independientes por lo que es normal la disparidad de opiniones, se puede aprender a expresar nuestras ideas de forma asertiva, empática, respetuosa, negociando acuerdos…

Lo importante es que la pareja tenga una comunicación fluida y abierta para exponer lo que nos gusta y lo que no, lo que nos preocupa y así poder llegar a un punto donde ambas partes queden satisfechas. 

La flexibilidad es un valor muy necesario para no estar esperando todo el tiempo del otro, y así no frustrarnos. Es importante entender que no todo es perfecto y que no tiene por qué serlo, que lo verdaderamente importante es poder llegar a acuerdos y entendernos.

Algo que va a reforzar mucho la complicidad de la pareja y reducir las situaciones de estrés, es no culpar y pensar que el otro es quien provoca todos nuestros males. Un pensamiento maduro es entender que ambos son los responsables de la relación y que la satisfacción o insatisfacción que yo sienta en ella va a depender de ambos.

Por todo ello, el verano, las vacaciones y el tiempo libre pueden ser el momento idóneo para analizar el estado de la relación y recuperar la conexión, la intimidad, la complicidad y los encuentros sexuales.

Una ruptura de pareja es un proceso de duelo muy doloroso.

Si ya se ha decidido que lo mejor para el bienestar de ambos es terminar con la relación de pareja, es importante entender que vamos a tener que permitirnos estar mal un tiempo para poco a poco ir sanando y recuperar de nuevo la alegría y las ganas de hacer cosas. Pero sí notas o sientes que tú solo no puedes con ello, que te está costando más de lo que esperas, no dudes en recurrir a ayuda profesional. Los profesionales de la salud mental estamos para acompañarte y ayudarte tanto si lo que necesitas es terapia individual como de pareja.

No dudes en pedir ayuda si crees que lo necesitas. Contacta conmigo.

Y recuerda, soltar aquello que no nos hace bien es el mayor acto de madurez.

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