El amor no impide las crisis, pero la manera en que cada miembro de la pareja afronta ese periodo de problemas tendrá un papel fundamental sobre la misma, obedeciendo a factores como la madurez emocional, la habilidad para gestionar los conflictos, la duración de la relación, las redes de que disponga o el momento personal en que se encuentre.
Reconocer si se está atravesando una época con dificultades graves o si estamos ante el principio del fin de la relación, deviene una tarea ardua para los miembros de la pareja, ya que inmersos en un sinfín de emociones, sentimientos y sensaciones, resulta difícil serenarse lo suficiente para hacer una reflexión tranquila que los conduzca a esclarecer en qué punto de la relación se encuentran. No es extraño que se produzcan autoengaños, más o menos conscientes, que surgen como resistencia al cambio, bien sea para replantearse la pareja y seguir adelante con cambios, bien para iniciar definitivamente una separación.
Son muchos los problemas que pueden surgir dentro de una relación, como la falta de comunicación, dificultades económicas, familiares, de salud…. Y también los problemas sexuales.
Los problemas sexuales tienen dos causas diferentes. Las causas físicas y las emocionales. A veces, las emociones son tan importantes que acaban afectando a tu respuesta sexual física. Por ejemplo, puedes pensar que el acto sexual empieza sintiendo deseo, lo que hará que te excites y termines con un orgasmo, pero esto no es siempre así. Esta sería la manera en que los hombres responden sexualmente, pero las mujeres son diferentes. Ellas necesitan primero una motivación emocional, sentirse amadas, seducidas o deseadas, entonces sentirán deseo físico. Si una mujer no siente que «todo está bien» con su pareja, podría no responder sexualmente. Los varones pueden separar mucho más fácilmente estos dos aspectos físico y emocional.
COMO AFRONTAR UN PROBLEMA SEXUAL
En todo caso lo primero que hay que hacer es hablar con la pareja acerca de lo que nos está ocurriendo, recordar que los problemas sexuales no implican necesariamente falta de amor por parte del compañero, acudir juntos a un profesional de la medicina y si no hay causas orgánicas que sean la raíz del problema, sería muy aconsejable pedir ayuda psicológica para hacer un tratamiento de pareja , los resultados son satisfactorios si cooperan en la terapia.